Al final de la sesión encontraba la clave que venía buscando
para entender porque en Raíces y Flores: Espacio de Crianza en Comunidad, y por
ende en la mayoría de los proyectos de educación no directiva, los tiempos del
aprendizaje son tan importantes para educadores /as o acompañantes y familias.
El ser humano nace conectado con el ritmo del corazón de su madre que late con
una frecuencia diferente a la que su organismo necesita, por lo que empieza a
diferenciar ritmos distintos que se conectan y se implementan con sus procesos
vitales.
El latir del corazón es el ritmo del aprendizaje en el
tiempo, aprendemos conectando emociones, sentidos y conexiones neuronales que
nos permiten una suerte de maduración para convertirnos en lo que somos.
Los espacios preparados o entornos respetuosos con el
aprendizaje autodirigido necesitan que los aprendizajes figuren en primer
plano, son los que mandan en las interacciones, procesos cognitivos y
existenciales. Los tiempos escolares
secuestran los aprendizajes, los clasifican, los ordenan, los distribuyen,
los manipulan y por todo ello, no una sola cuestión, sino todas a la vez, los destruyen. Por ello se convierten
en enseñanza, porque el aprendizaje encerrado en el tiempo, mata la
creatividad, la acción autónoma del niño, la conexión de lo que siente con lo
que hace.
Los niños y niñas se
conectan con su biorritmo para mamar, andar, hablar, explorar, brincar,
saltar, leer, escribir, reconocer números, animales, identificar sonidos,
bailar, cantar… en la aventura
apasionante de construir un conocimiento que le sirva para la vida.
El tiempo de las
personas adultas se desconecta de su esencia orgánica y se transforma en un
tiempo social (laboral, libre, familiar, cultural) que la escuela intenta reproducir en los horarios de clase, las programaciones,
los trimestres, las evaluaciones, etc. Alejado
de cambios biológicos que se conectan con las necesidades vitales del ser
humano (el día, la noche, las estaciones, la maduración de nuestro cuerpo,
la menstruación, la sexualidad…)
Por todas estas razones los
espacios de educación libre, de desarrollo humano, de crianza respetuosa se
convierten en un refugio para la niñez donde
posiblemente se sienten a salvo de lo que el tiempo en las sociedades modernas,
y más concretamente en las sociedades capitalistas, intenta manipular los
procesos orgánicos.
El aprendizaje autodirigido es un proceso orgánico conectado
con los biorritmos del niño, niña, persona adulta o persona mayor, da igual la
edad, pero especialmente resulta destructivo para quienes se afanan en madurar
a un ritmo respetuoso con su “cuerpecito”.
Los padres y madres, educadores/as, acompañantes, y todas
las personas que interaccionamos con niños y niñas debiéramos pasar una mañana
en un espacio preparado y respetuoso con los procesos/etapas madurativas de
niños y niñas para entender qué
trascendencia tienen los tiempos en los procesos de aprendizaje y construcción
de conocimientos.
Mi agradecimiento a Jose Antonio Caride Gómez y a los/as estudiantes
del Máster, por ofrecerme este regalo que me hizo producir esta deriva
pedagógica y una aportación más al debate educativo de los tiempos modernos.
Os
invitamos este sábado 18 de marzo desde las 10:30 a las 13:30 horas a
nuestras II Jornadas de Puertas Abiertas en Raíces y Flores en 2017.
Jorge Ruiz Morales
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